El superintendente estatal de educación pública, Ryan Walters, exigió a la vicepresidenta Kamala Harris que reembolse a los contribuyentes de Oklahoma más de $474 millones por los costos asociados a la inmigración ilegal en las escuelas públicas. En una carta, Walters afirmó que la falta de control fronterizo y de aplicación de leyes migratorias federales por parte de la administración Biden-Harris ha impuesto una carga financiera significativa a los habitantes de Oklahoma. El republicano señaló que, aunque los habitantes de Oklahoma son personas trabajadoras, su paciencia para asumir estos costos se ha agotado. Sin embargo, Walters omitió mencionar que la mayoría de los padres de niños indocumentados son trabajadores a quienes se les descuentan impuestos sin que reciban reembolsos o créditos fiscales, pagando más impuestos que algunos ciudadanos.
